mayo 30, 2012

¿Qué quieres que haga por ti?

Comentario a la Palabra de Dios. Mayo 31 de 2012.

Queridos Hermanos:


Imagen de Cadadiamar.blogspot.com
La Primera Carta de Pedro (2, 2-5. 9-12), nos presenta una analogía muy hermosa y propicia para estos momentos en que la Iglesia se siente revitalizada por la celebración de Pentecostés: Como niños recién nacidos, apeteced la leche pura del Espíritu, para que, alimentados por ella, crezcáis hasta alcanzar la salvación, ya que habéis saboreado la bondad del Señor. Esta frase nos muestra lo que Dios quiere para nosotros: tener deseo de Dios, para que Él nos colme con la salvación y de esta manera reconozcamos la bondad del Señor en cada momento de nuestra vida. Pedro nos recuerda que somos el Pueblo de Dios y por tanto, debemos vivir como tal, para que Dios nos dé su gracia y nos bendiga.

Exhortación: Les trascribo lo que dice Pedro al final de la lectura de hoy: "Pórtense dignamente entre los no creyentes, para que su buen comportamiento desmienta a quienes los calumnian como si fueran malhechores, y así ellos mismos glorifiquen a Dios el día de su venida".

El Evangelio de San Marcos (10, 46-52), nos propone un camino de seguimiento al Señor. A través de la imploración por parte de Bartimeo a Jesús para que le devuelva la vista, nosotros hoy descubrimos un modo interesante para acercarnos a la persona de Jesús: Lo primero es reconocer nuestra debilidad (Bartimeo vive la situación de ceguedad); lo segundo es reconocer a Jesús como el Hijo de Dios (Bartimeo grita: Jesús Hijo de David); lo tercero es soportar las contra-corrientes que implica el seguimiento de Jesús (todos lo mandaban callar); lo cuarto es comprender que si queremos respuestas de Dios, debemos orar y pedir (¿Qué quieres que haga por ti?); y lo quinto, dejar que el Señor transforme nuestra vida (tu fe te ha salvado).

Exhortación: Reconocer en este camino propuesto, un modelo de identidad y encuentro con Dios.